A mi reclamo
rechinas sin cara,
de aire sólo,
como en otra noche
apenas ésta,
tubular y recia.
Ya te cansó el casi,
el cada día nunca tuyo,
el ciclo trepidante ajeno
de lo vivo,
el quicio insinuado
tan tajante
no cruzado
de pura carne.
No estás.
No eres.
No tienes frío.
viernes, 8 de julio de 2016
No eres
Etiquetas:
escrituricias
Suscribirse a:
Entradas (Atom)